Los últimos han de ser los primeros

Los últimos han de ser los primeros

Más de uno y de una de los que podáis estar leyendo esto os habréis alarmado por los últimos sucesos en que menores han acabado con la vida de personas. Desde luego, aunque no es lo habitual, estos hechos no dejan de ser síntomas de que algo no va bien en esta sociedad tal y como la estamos construyendo.

Estos sucesos, al igual que los actos de violencia que se ejercen contra la mujer, contra los niños y las niñas, el creciente problema del acoso escolar, etc… probablemente sean el producto de múltiples factores entre los que se encuentra la educación. El fracaso escolar, el abandono temprano de la escuela, la falta de colaboración familia-escuela, la presencia de problemas de convivencia cada vez más frecuentes en los centros educativos, las dificultades escolares, la falta de vinculación de la escuela con la comunidad en la que está presente son algunos de los aspectos que pueden estar en la base de que niños, niñas y adolescentes se vayan “desenganchando” de la escuela e involucrándose en conductas de riesgo y delictivas.

Sinceramente creo que, aunque no todo se juega en el terreno de la educación, tenemos muchas tareas pendientes y la más importante entre ellas es saber y tener claro para quién estamos construyendo nuestra escuela, hacia dónde se dirigen nuestros esfuerzos, quiénes han de ser los que inspiren nuestras líneas de trabajo e innovaciones metodológicas…

En mi opinión, la escuela ha de estar diseñada para y por los alumnos y alumnas que actualmente plantean más dificultades, los más desfavorecidos, los que necesitan un mayor apoyo. No debe estar exclusivamente pensada para el alumnado que responde bien a las propuestas académicas, que muestran mayor competitividad y rendimiento en el terreno académico, que se vinculan positivamente con la escuela y el profesorado.

Si lo hacemos así, quizá logremos reducir eficazmente el fracaso escolar, el abandono de la escuela y un futuro sin esperanza para este alumnado…contribuiremos a una sociedad más sana, y de paso, logremos, que el alumnado que ya responde, se beneficie de mejores metodologías, más participativas y más activas, así como de otros aspectos como el valor de la cooperación y la solidaridad.

En nuestro colegio queremos caminar hacia ese objetivo, empezando por hacer mejores a los profesionales que trabajan para este proyecto, sobre todo profesores y profesoras, dándoles libertad para crear nuevos caminos que lleven a una mejor educación de nuestros chicos y chicas, haciéndoles pensar en aquellos y aquellas a las que más les cuesta estar en la escuela y pidiéndoles que adapten su enseñanza a un nuevo marco donde los últimos sean los primeros.

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